Desde asistentes virtuales hasta autos autónomos, la inteligencia artificial (IA) está redefiniendo la forma en que vivimos, trabajamos y nos comunicamos. En este artículo, te explicamos qué es la IA, cómo funciona y por qué es una de las revoluciones tecnológicas más importantes de nuestra era.
Si los romanos hubieran tenido acceso a TikTok, quizás su imperio no habría caído. Hoy, nuestra civilización está obsesionada con pantallas y gadgets. La pregunta no es si la tecnología nos va a destruir, sino si lograremos sobrevivir a otro lanzamiento de iPhone sin pelearnos por un cargador. Spoiler: no pinta bien.
Algunos científicos y multimillonarios creen que podríamos estar viviendo dentro de una simulación. Sí, tal vez tu vida es solo el capricho de algún nerd cósmico que dejó todo corriendo como si fuera un videojuego en modo «sandbox». Pero, ¿realmente importa si es verdad? Mientras Netflix siga funcionando y las pizzas lleguen a tiempo, ¿por qué quejarnos?
La inteligencia artificial está en todas partes: desde tu asistente de voz hasta esas recomendaciones sospechosamente acertadas de Netflix. Pero, ¿puede la IA realmente convertirse en ese villano todopoderoso que nos lleve al Apocalipsis estilo Terminator? Spoiler: Quizás. Y lo peor es que podríamos ser nosotros mismos quienes le entreguemos las armas.
El creador de la World Wide Web, Tim Berners-Lee, ha visto cómo su invento revolucionó el mundo, pero también cómo se ha desviado de su propósito inicial. Con preocupación por la concentración del poder, la manipulación de datos y la desinformación, Berners-Lee lidera una cruzada para recuperar los ideales que inspiraron la creación de Internet: libertad, privacidad y acceso equitativo. Su proyecto Solid promete devolver a los usuarios el control sobre su información personal, marcando el camino hacia una web más ética y justa.
Larry Page revolucionó el mundo tecnológico con su obsesión por la eficiencia y el minimalismo. Desde la interfaz sencilla del buscador de Google hasta proyectos escalables como Android, su filosofía ha demostrado que menos es más. En un entorno donde la complejidad suele ser la norma, Page ofrece una lección atemporal: la clave del éxito no es hacer más, sino hacer lo necesario, y hacerlo bien.
Una aventura que salió terriblemente mal. El videojuego de «ET» para Atari 2600 es recordado no por su éxito, sino por ser un símbolo del colapso de la industria de los videojuegos en 1983. ¿Cómo es posible que un simple videojuego haya terminado bajo tierra, literalmente?